martes, 13 de noviembre de 2012

Final Olvido

Abracémosnos de nuevo
bañándonos de lágrimas,
Que la vida nos remeda,
Y el adiós ya no lastima.

Quédate en otra vida,
Que no celo en la distancia,
Que mi amor no te castiga,
Ni abrogó la intolerancia.

Si soñara contemplarte,
Adormilado, ojos míos,
Ya no muero por besarte,
Ni en tenerte desvarío.

Deseé tocar tu pecho,
Y mirarme en tus pupilas,
He caído de tu asecho,
Y el quererte se mitiga.

¡Regálame un instante!
Pero –a solas- contigo.
¡No me hables de tus amantes!
Tú me hiciste lo que hicieron. (Rom. 2:1, 3)

Encandílame en un beso,
Ilusióname de ilusión.
Sedúceme de palabras,
¿Hallo gusto a la traición?

Me dejaste que te amara,
Y tan bien, tú lo sabías…
¿Merecí que me dejaras?
¡Está bien! No me querías.

No menciones tus amantes,
El saberlo me lastima.
Que la vida es un instante,
Lo que hiciste se me olvida.

Abrázame de nuevo
Olvidados del adiós;
Que la vida a nadie espera,
Y el amor se marchitó.


A.T.                   Nov. 12, 2012

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