viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Te perdono?


Pero ello no disminuye lo que hiciste
ni se pierde mi afecto, en el efecto...

Conste, no te llevé a un hotel, no sólo por dinero
sino que deseaba estar seguro de ti...

Vuela! Vuela!

La verdad, que tanto dices te duele,
es semejante a la mía.

Hoy, lo puedo decir tranquilo: Te amé (no me arrepiento, y moriré)
Excepto en esas cosas en que discrepamos, que no coincidimos,
pues, aunque dices ser libre, no lo eres...

¡Puedes serlo! (no todavía).
Como tampoco puedo ser YO, libre de ti, hasta que cese la visita de imágenes vivas.



¡Oye! Me entregué - a tí- como a nadie, confié en ti,
y tú, dispersa en los afectos de otros... (que no diré que sean malos) (que no diré sean fieles)

¡Quédate sólo con uno! (Hazlo por ti, por uno de ellos).

Tranquila, nunca podría ser yo: Soy " el que perdió y no entendí ".

Me mandaste lejos " te doy asco ",  sólo por decir la verdad que me dolió.

Te voy olvidando...  (Olvidándome de mí).

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