¿Cómo brillarán tus
ojos?
Decidme, misterio mío.
¿Cómo vibraré a tu
beso?
Cual joven, yo no te
olvido.
Soy viejo avasallado
Peatón del
pensamiento.
Y esos ojos que no
fijo,
De reojo, el
desaliento.
Decidme, anhelada
mirada,
Que los míos no son
azules,
Que sus labios son más
carnosos,
Y los míos saben a
hule.
Que su nombre posee
firma,
Probada con la razón,
Que quiere de corazón,
Y deliro en mi
demencia…
¿Qué hallo en ti, que
no vi en otra?
Que aceleras mi
latido.
¿Será un pecado
desearte?
Aún dejado en un
suspiro.
¡Decidme qué tienen
ojos?
Mirados, cuando no
miro;
Tan negros como la
noche,
Besados y no los miro…
¿Qué gracia intuyo en
tus manos?
¿Tus labios? que no
son míos.
Besados en raro
ensueño,
Soñados en desvaríos.
¡Decidme!
¿Qué habrá en tus
besos?
Los besos que no son
míos,
Amados en otros
brazos,
Tan lejos como los
míos.
¿Habré pecado en
besarte?
¡Qué lejos!
Ya no son míos…
A.T. Nov. 18, 2012
(La Esperanza)
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