He muerto 7 veces, cuando menos...
Y mientras viva, no
me negaré a ser responsable de mis actos.
Tantas cosas nos
pasan, aquí o allá, que lo dicho, que lo hecho, no puede deshacerse.
Una cosa sé es
verdad: Si amaste es amor y, si te hirieron o desengañaste, ¡alégrate!
¿Perdiste todo? ¿Se
acaba la vida tras cada desilusión? ¡No! ¡No!
No pregonaré el amor,
sin amar.
No me insultaré por
"repugnantes" palabras que "niegan" momentos de cariño y,
LO QUE FUE AMOR, no se disminuye con palabras subidas de tono, por pataletas de
niña malcriada, ni con excusas para salir corriendo. ¡Corre!...
¡Vete a los brazos de
quien más quieras!
Revuélcate en la
mejor cama o con quien finja, lo que finja… ¡No es mi problema!
Mi problema es
haberme enamorado y NO LO LAMENTO y,
a la vez, lo resiento (bien públicamente) y no escondo mi identidad, no cerraré
mis brazos a TU INCIERTO REGRESO, no bloquearé mis relaciones y verdaderas amistades
en FakeBook (soy libre) y estaré expuesto a cualquier otro desengaño (como
han sido los tuyos, como han sido los míos).
No cerraré mis brazos a TU INCIERTO REGRESO, no “bloquearé”
mis relaciones y verdaderas amistades en FakeBook (soy libre de expresar
mi verdad) y estaré expuesto a cualquier otro desengaño (como han sido
los tuyos, como han sido los míos).
¡Acepto el todo por
el todo!
La vida continúa, sea
aquí, en China o en Europa y, esta vida NO ME REPUGNA (y para nada repugnaré tus
besos, las horas compartidas, nuestras confidencias, y cualquier cosa que
pretendas renegar o desmentir).
¡Te amé! Sin repugnar
nada (menos ahora, que dices que te
vas).
¿Me dueles más, me
dueles menos por esas palabras?
Si mentiste, es tu problema; si fallé, no ha
sido sólo un defecto mío.
Si era amor, soportarías
lo que es justo; si era una mentira, la desmentirías con la verdad (no con
palabras)
¿Qué importa ahora?
Tengo lo mío, y mi
hipócrita integridad no me duele, ni se conduele de mí (de nadie)
¡VETE!
No amo a dos personas
a una vez. Ponle el nombre que quieras: Yo fui sólo para ti. Y, aunque pienses “lo
recriminó” (en ese
forma tan rara que te indignas por
nimiedades) ¿Qué tendría yo, si tú no me hubieras dado esa pequeña parte de ti,
tus cálidas atenciones y algo de ese tiempo prestado?
¿Qué cosa me llevara
del momento de unos besos y de esas lágrimas de dicha, compartidas?
Si no hubiera dudado,
yo estaría más vacío (y de ti, estoy lleno, menos pleno).
Si me hubieras dado -lo que ofrecías o querías- igual (o mayor) sería el dolor; pues, ¿quién
imaginaba esto pasaría?
Repúgname, niégame:
Siendo el último -en un instante- fui primero (y esta pérdida es una ganancia para nadie).
¡Demasiado orgullo!
¡Demasiado ego! ¡Tuyo!
(con todo eso te
acepté)
¿No me aceptaste tú?...
¿Ahora me repugnas?
¡Vomítame!
¿Te robé los besos?
¡Los abrazos! … ¿Fueron
forzados?
Yo no puedo sentir
nada malo, contra ti (No soy bueno para
odiar a quienes amo).
Antonio Toro
(Te dejé todos los datos, para desmentirme o herirme)
¡Aquí y lejos estoy!
Repúgname, vomítame:
Te seguiré amando (hasta que esto se me cure).
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