Hace un rato
interactuaba con alguien… Su blog trataba del manejo de emociones en lo que
ella considera “La Persona Correcta” y mi comentario fue el siguiente:
"¡Concuerdo contigo! Sin embargo, eso que
manejas, en muchos casos, necesita reconfirmación (la pregunta de hoy, no siempre da la misma respuesta mañana).
Puede que -los conflictos- hoy los
"manejes" bien a través de internet y, ante esa realidad de CRISIS Y
CONFLICTOS, ya hay bastante frustración comunicacional tras de un teclado o en
la turbulencia de una situación nueva que parece inmanejable (misma que no pasa
en persona).
¿Ejemplo?: Hace años, una joven quiso hablar, personalmente
con mi mamá. Ella la llamó y mi mamá quería ayudar, pero su respuesta (a la
solicitud) no fue inmediata y se excusó para que “la conversación” fuera pospuesta para el día siguiente.
Al amanecer de esa mañana, luego de hacer varias
cosas, mi mamá compró el periódico. ¿Qué leyó en las noticias?
“Hermosa
joven se lanza desde las Torres del Silencio”
Ese día, la conversación pospuesta no pudo
efectuarse. La joven se suicidó (y esa joven era mi tía paterna).
Te apuesto que, por muy "estable" que
seas ahora en la comodidad de la profilaxia de un teclado o un mensaje de texto,
tu reacción a lo que consideras una infidelidad
o una deslealtad recurrente, no será la misma
cuando la veas en tu cara, en la calle -con todos tus sentidos- a esa que sepas
por medio de tus deducciones, cómodas, en internet.
¡Claro! No niego tu argumento sirva para
validar cierto nivel de verdades, pero, la canalización COMUNICACIONAL natural de
las emociones, no siempre va de acuerdo con la tecnología (hasta que ves a una
persona –cualquiera- lanzando su celular o computadora contra al suelo).
¡Esa es una señal inequívoca de violencia! y, quien haga tal cosa con un objeto de poco
valor, HARÁ LO MISMO en sus RELACIONES PERSONALES y afectivas.
Sin embargo, para relatarte la contraparte del
asunto de mi tía (que no sólo era bella, sino intensamente estable). Días antes
me llevó a comer a un centro comercial nuevo. Jamás me dijo nada, nunca
proyectó sus problemas internos en terceros y, que recuerde, fue el mejor
momento que pasamos juntos, pues, ella se quejaba de mi favoritismo, mi
preferencia en casa, y ella era un agente de equilibrio en lo que yo tenía, a
diferencia de lo que ella reclamaba para mi hermano…
¿Hay alguien “correcto”?
Sigo adelante. Si hay alguien, no me niego.
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