Hace años, me enamoré de una colombianita (...). De ella supe, también, que en su vida no querría vivir con un hombre pobre: Lo dijo mirando el techo de la casa ¡Donde viviría conmigo!
Mark, para no decirte el apellido, estaba merecidamente enamorado de ella. Él solía visitarla con frecuencia, con el pretexto de fortalecer su amistad con la familia, pero –más que eso- era para ganarse el afecto de quien lo desdeñaba por estar gordo (que no es lo mismo a ser gordo o caer pesado).
Mark era un talentoso misionero gringo. Hábil en la programación y configuración de computadoras… pero gordo (incomodado y preocupado como algunos).
No le conocí profundamente. No fuimos amigos –no me interesaba- y esto es una versión de algo que solté en uno de mis blogs ¿Sabe Dios dónde!
El tipo se propuso cambiar. En cosa de días (no recuerdo los detalles) cambió su vestuario, reforzó su entrenamiento en el gimnasio y, ¿cómo negarlo?: Amigos y conocidos hacían buen comentario por lo que decidida y sabiamente hacía aquel; no sólo se cortaba el cabello o, se mandaba a limpiar la cara y le hacían un “manicure”… ¡Hasta un auto nuevo se compró!
En la medida de mis posibilidades -pocas- seguí mi ritmo normal de vida. No me puse a competir y, menos a rivalizar, porque no me gustan las carreras y menos las competencias (en todo sentido). Además, siempre dejo que cada persona decida por sí sola.
Al comienzo supe que éste, como cualquier hombre, se sentiría atraído por Teresa (del mismo modo como su humildad y encanto exterior, me atrajeron).
No preciso cuánto tiempo ella y yo estuvimos de novios; pero la noticia no fue del agrado de “mi” rival y, luego que la chica y yo termináramos, Mark vino a confirmar o a buscar respuestas a inciertas dudas.
Yo sabía que, frente a lo que él hacía, no podría maquillar nada y -ni a largo plazo- cambiaría mi situación económica, ni recibiría el apoyo “casamentero” de la familia a quienes ambos visitábamos.
Además, Mark tenía el apoyo y el dinero de sus padres y, como a las colombianas les encanta la nacionalidad gringa... ¿Quién se quedó con Teresa? (no fui yo) (él hizo muchos sacrificios y consecuentes decisiones de mi admiración y mérito).
De esa lección real de mi vida aprendí algo:
1) Cuando uno quiere un cambio: HAY QUE PRODUCIRLO.
2) Yo no amaba a Teresa: Su anhelo no era el mío.
3) Yo estaba + interesado en ser amado COMO SOY que en amarla "como" era ella.
4) Debo buscar mujeres de mi mismo nivel económico, "religioso", rango de edad -que me gusten- y que su espiritualidad tenga fundamentos parecidos a los míos.
Ella vivía como una cachifa trabajando en la casa de su hermano. Sentí molestias verla en eso. Yo la imaginaba como la cenicienta y no supe cómo sacarla de allí… Pero el tiempo me dio la impresión de que a ella le gustaba vivir en Urb Santa Fe.
Ella soñaba con "subir" (no sé a qué altura); pero yo estaba cómodo en mi espacio, sin preocuparme del status social. ¿Qué me importa ahora? No entraré a esos lugares donde no pertenezco y no hablaré de la opulencia -que algunos ostentan- porque sólo gano lo suficiente para cada día.
Y mientras revisaba mis recuerdos, vinieron a mí imágenes de un conocido que –harán 2 años- le hallé en la ONIDEX. Sin saberlo, de momento presumía con lo que pagaba por usar el aire acondicionado o comprando con su tarjeta de crédito. Me habló, con natural orgullo, de su nuevo auto y de cuánto pagó por la hermosa moto que yacía a nuestro lado.
Yo vivo con lo necesario, contrariamente a cualquier deseo. No gano más, porque mi trabajo depense de las necesidades ajenas –sus problemas- y prefiero que nadie padezca necesidades, y me conformo con lo suficiente…
¡Pero si me gano el Kino? ¿Cómo sabré QUIÉN ME QUIERE POR SER YO?
(yo lo sé).
¡Ja! ¡Ja!
Pero lloro cuando quiero y puedo.
Vivo mi realidad (cuando me dejan) y me gustaría hallar el sueño de mi vida y, si no la hallo -cosa posible, también- no lo lamentaré; porque viví con una ilusión toda esta larga y loca vida.
Lo contrario sería trivial, convencional, y procuro no serlo; aunque como, "cago", tengo necesidades y hieden mis pedos.
Soy humano, mientras pueda.
lunes, 4 de julio de 2011
sábado, 16 de abril de 2011
Carta a la Dra Corazón
¡Saludos!
He notado con los años, tras infructuosos intentos repetidos por un éxito amoroso prolongado, que la vida se me ha gastado en la búsqueda de la mujer ideal. Imagino no ser el único heterosexual en esta experiencia de vida y, lo que me sorprende aún, es que me siguen gustando las mujeres jóvenes… y difícilmente me atraen las de más edad, no tanto por algún tipo de fealdad o evidente sobrepeso, sino que muchas de ellas ya han tenido sus propias experiencias amorosas (fracasos como los míos) con el agravante (para mí) de que tienen hijos -de varias uniones- para terminar de criar y, emocional y económicamente, no me es un atractivo, excepto que lidio con esta terca ilusión de que una joven (no menor de 35 ni mayor de 45 años) pueda tener interés en un ermitaño, sin dinero, para una relación de largo término. Las preguntas son, pues de esto sabe Ud más que yo (y puede ser más objetiva)
A) ¿Qué tanto toma a un “adulto” (viejo verde hedonista) comprender estos imposibles y resignarse a lo que venga, bajando esos niveles de exigencia, que tanto tienen que ver con aspectos culturales, económicos, y de la aceptación total de esos hijos que llegan –en combo- tras las series de relaciones de nuestros pasados?
B) ¿Qué es el amor verdadero, sin reparo en mis conveniencias hedonistas unilaterales?
No me pesa llegar, este año, a los 50; pero resiento no haber sabido madurar mis deseos con mi cuerpo (y los gustos de éste) como para aceptar las desventajas de una mujer de mi edad (que puede ser mucho + leal), así como tampoco desconozco el reparo o rechazo que las mujeres + jóvenes experimentan con alguien de mi edad o condición. Estoy plenamente consciente de algunas de las desventajas de una mujer jóven (sin hijos, sin pasado y menos fieles)pero mi mente, mis gustos, siguen funcionando como si fuere un adolescente, y no hayo como dejar de sentir atracción por una mujer de 20 a 40 años... Por estos motivos, consciente de este rechazo generacional, también, no dejo de sertir humanos deseos, ¡y hasta sueños! En suma, ahora entiendo, mejor, porque esta lucha cultural contra las canas, la proliferación de cirigñias plásticas, etc., pero no puedo hacer nada por aceptar cuarentonas, gordas, y con el lastre de hijos ajenos... Pregunta Nº 3: C)¿Hay terapias a mi caso? Envejezco, pero mis deseos no cesan, aunque me vuelvo un viejo. Este caldo de emociones, pueriles -quizá- vive conmigo, aunque no soy el chico de los 18, ni de los 30. ¿Está todo eso en mi cabeza o la vida está en mi espíritu terco?
¡Gracias!
P.S. Créame que me reprocho no haber sabido aprender a crecewr con mi cuerpo, pero mis gustos no puedo disimularlos.
He notado con los años, tras infructuosos intentos repetidos por un éxito amoroso prolongado, que la vida se me ha gastado en la búsqueda de la mujer ideal. Imagino no ser el único heterosexual en esta experiencia de vida y, lo que me sorprende aún, es que me siguen gustando las mujeres jóvenes… y difícilmente me atraen las de más edad, no tanto por algún tipo de fealdad o evidente sobrepeso, sino que muchas de ellas ya han tenido sus propias experiencias amorosas (fracasos como los míos) con el agravante (para mí) de que tienen hijos -de varias uniones- para terminar de criar y, emocional y económicamente, no me es un atractivo, excepto que lidio con esta terca ilusión de que una joven (no menor de 35 ni mayor de 45 años) pueda tener interés en un ermitaño, sin dinero, para una relación de largo término. Las preguntas son, pues de esto sabe Ud más que yo (y puede ser más objetiva)
A) ¿Qué tanto toma a un “adulto” (viejo verde hedonista) comprender estos imposibles y resignarse a lo que venga, bajando esos niveles de exigencia, que tanto tienen que ver con aspectos culturales, económicos, y de la aceptación total de esos hijos que llegan –en combo- tras las series de relaciones de nuestros pasados?
B) ¿Qué es el amor verdadero, sin reparo en mis conveniencias hedonistas unilaterales?
No me pesa llegar, este año, a los 50; pero resiento no haber sabido madurar mis deseos con mi cuerpo (y los gustos de éste) como para aceptar las desventajas de una mujer de mi edad (que puede ser mucho + leal), así como tampoco desconozco el reparo o rechazo que las mujeres + jóvenes experimentan con alguien de mi edad o condición. Estoy plenamente consciente de algunas de las desventajas de una mujer jóven (sin hijos, sin pasado y menos fieles)pero mi mente, mis gustos, siguen funcionando como si fuere un adolescente, y no hayo como dejar de sentir atracción por una mujer de 20 a 40 años... Por estos motivos, consciente de este rechazo generacional, también, no dejo de sertir humanos deseos, ¡y hasta sueños! En suma, ahora entiendo, mejor, porque esta lucha cultural contra las canas, la proliferación de cirigñias plásticas, etc., pero no puedo hacer nada por aceptar cuarentonas, gordas, y con el lastre de hijos ajenos... Pregunta Nº 3: C)¿Hay terapias a mi caso? Envejezco, pero mis deseos no cesan, aunque me vuelvo un viejo. Este caldo de emociones, pueriles -quizá- vive conmigo, aunque no soy el chico de los 18, ni de los 30. ¿Está todo eso en mi cabeza o la vida está en mi espíritu terco?
¡Gracias!
P.S. Créame que me reprocho no haber sabido aprender a crecewr con mi cuerpo, pero mis gustos no puedo disimularlos.
lunes, 11 de abril de 2011
Lunas Gemelas
¿Qué tanto me atrae a ver tu pecho?
Que difícil te hablo, sin bajar la vista;
no es que poco a poco sea un autista,
que desee en secreto invadir tu lecho.
No son tus ojos los que admiro,
ni el carmín de labios lo que endecho.
Es que yo, si a amarte tengo derecho,
entre tu pecho respiraría henchido.
¿Cómo no ver los pendientes de tu cuello?
¿Cómo ignorar la esfericidad del escote?
Hoy me das del pan a garrote...
Con este nudo, me ahogo en resuellos.
¿Son de verdad o mi fantasía?
Sean lo que sean -desnudo el descote- es puro magnetismo tras el eclipse de dos lunas.
Que difícil te hablo, sin bajar la vista;
no es que poco a poco sea un autista,
que desee en secreto invadir tu lecho.
No son tus ojos los que admiro,
ni el carmín de labios lo que endecho.
Es que yo, si a amarte tengo derecho,
entre tu pecho respiraría henchido.
¿Cómo no ver los pendientes de tu cuello?
¿Cómo ignorar la esfericidad del escote?
Hoy me das del pan a garrote...
Con este nudo, me ahogo en resuellos.
¿Son de verdad o mi fantasía?
Sean lo que sean -desnudo el descote- es puro magnetismo tras el eclipse de dos lunas.
viernes, 8 de abril de 2011
Ser Cimarrón
Ya soy un mundo entrelazado de voces combinadas con palabras.
En mí coexisten pensamientos que procuran traducirse descifrando sentimientos, buscando una escalera de letras hacia la superficie del entendimiento y el reconocimiento de mi conciencia.
Soy nada, sin ser mejor o peor que la igualdad de nadie.
Hoy soy… ¿seré mañana? Mientras viva, muero día a día.
He sido. Puedo jactarme de crecer en la lucha ante todo lo que me dijo: “No puede ser”.
Heme aquí, firme ante la desventaja de la adversidad, la incertidumbre de ésto que se intenta con la vaguedad de un sueño, creando desde ese deseo; aunque –por circunstancias- hubo momentos en que creí a esos ajenos que me desanimaban con “lo que no se puede” y, haciéndoles caso, abandoné otros intentos…
Desconozco el éxito y el fracaso. A la sazón, ninguno existe. Esa rara satisfacción y agotamiento nos queda al culminar cada faena y diaria tarea… ¿Qué de esta lucha de 10 lustros?
Materialmente, la vida ha de ser como la marcha de un río, cuyo lecho nunca está seco y jamás su curso se represa con necedades. ¿Para qué se atesora? Aquello que creemos poseer, termina enseñoreándose de muchos aspectos de nuestra vida. ¿Qué será mío el día que me marche? Y vaya cuánto engaño hay en esto de quererse apropiar de algún bien temporal y nada se llena.
El tesoro de mis emociones, la riqueza de una vida que ya termina, es el mejor equipaje que pueda llevarse.
Miento si no dijese que hubo cuestas que dieron trabajo y ese anhelo de ascender por ellas, por otras también, es un precio que desconoce costos ¿Qué de mí, si del todo, hubiese abandonado?
La felicidad –si de veras es algo y existe- no posee un cuerpo tangible permanente, de modo que nadie puede correr hacia ella y atraparla. Todos, de algún modo, pretendemos subyugarla y hacerla sierva de nuestros deseos, peleamos por someterla igual como tratamos de dominar a nuestros semejantes, pero ésta es una quimera como la fábula del tesoro escondido a uno de los extremos del arcoíris. ¿Cómo negarlo? Mis vísceras se han desvivido con esos instantes y sus acontecimientos.
A veces, por envidia o nostalgia (quizá) deseo haber sido una clase de ser cimarrón; aunque me identifico en el espíritu con el animal humano que desea volar, por momentos, y correr a ratos no siendo mostrenco. ¡Difícil es la vida! sin ciertas comodidades… y ya un día nada necesitaré.
En mí coexisten pensamientos que procuran traducirse descifrando sentimientos, buscando una escalera de letras hacia la superficie del entendimiento y el reconocimiento de mi conciencia.
Soy nada, sin ser mejor o peor que la igualdad de nadie.
Hoy soy… ¿seré mañana? Mientras viva, muero día a día.
He sido. Puedo jactarme de crecer en la lucha ante todo lo que me dijo: “No puede ser”.
Heme aquí, firme ante la desventaja de la adversidad, la incertidumbre de ésto que se intenta con la vaguedad de un sueño, creando desde ese deseo; aunque –por circunstancias- hubo momentos en que creí a esos ajenos que me desanimaban con “lo que no se puede” y, haciéndoles caso, abandoné otros intentos…
Desconozco el éxito y el fracaso. A la sazón, ninguno existe. Esa rara satisfacción y agotamiento nos queda al culminar cada faena y diaria tarea… ¿Qué de esta lucha de 10 lustros?
Materialmente, la vida ha de ser como la marcha de un río, cuyo lecho nunca está seco y jamás su curso se represa con necedades. ¿Para qué se atesora? Aquello que creemos poseer, termina enseñoreándose de muchos aspectos de nuestra vida. ¿Qué será mío el día que me marche? Y vaya cuánto engaño hay en esto de quererse apropiar de algún bien temporal y nada se llena.
El tesoro de mis emociones, la riqueza de una vida que ya termina, es el mejor equipaje que pueda llevarse.
Miento si no dijese que hubo cuestas que dieron trabajo y ese anhelo de ascender por ellas, por otras también, es un precio que desconoce costos ¿Qué de mí, si del todo, hubiese abandonado?
La felicidad –si de veras es algo y existe- no posee un cuerpo tangible permanente, de modo que nadie puede correr hacia ella y atraparla. Todos, de algún modo, pretendemos subyugarla y hacerla sierva de nuestros deseos, peleamos por someterla igual como tratamos de dominar a nuestros semejantes, pero ésta es una quimera como la fábula del tesoro escondido a uno de los extremos del arcoíris. ¿Cómo negarlo? Mis vísceras se han desvivido con esos instantes y sus acontecimientos.
A veces, por envidia o nostalgia (quizá) deseo haber sido una clase de ser cimarrón; aunque me identifico en el espíritu con el animal humano que desea volar, por momentos, y correr a ratos no siendo mostrenco. ¡Difícil es la vida! sin ciertas comodidades… y ya un día nada necesitaré.
I miss you!
I remember the strong feelings we shared and the deep emotions we talked about…
Sometimes those stories you told me made me shed some tears… I didn´t know God cared and loved that way!
Have you ever seen that old man who hugged you once and knew how much you needed your Dad´s attentions?
I remember what you told me about meeting your Dad, the first… I wished I could have been that hand you held tight! (but it´s up to you to open me a way to come into a relationship).
I´m aware you cannot love me because of my poverty or age… But I´m freed to do as I´m pleased (to keep it alive), whether you like it or not.
Tienes absoluto derecho a negarte a quien no desees ni aceptes; pero no puedes prohibirles que sientan o piensen conforme a su deseo, con o sin tu consentimiento.
I´ve known the whips of psychological rejection… That´s why Christ came to meet and assemble sinners -like me! (Matt. 9:11-13).
Look at me with the lush impressions of your feelings… My picture does not match the nature of shrine of my soul nor the surface of my writings.
A lying tongue hurts, but a loving mouth always kisses and cures wounds… Bring the lips of your healing words to my ears! (Call at +58424-3035474).
I regret this cold distance, but time hasn´t blunted my feelings for you… I´m getting old and a day is set to say goodbye. I hope I´ll meet the body of your soul in Heavens, ´cos here I´m physically hindered as long as I could be endangered to be lovesick (while each day I´m dying for the want).
Misfortune cast me into your path like a die. Then we started to share thoughts and I confessed this admiration before the shrine of that intimacy I thought it was leading to love… I cherished it and you left. No dice!
I guessed you shrank away because you thought you belonged to another (who left you, in turn) That´s OK! It´s fare! Did he love you like I do?
Before looking at your face, you helped me to know portions of your life. In consequence, I started to understand your inner being… It might be wrong to cherish this, if I knew you were committed to another´s hand, but we were not cheating.
Knowing that I´m poor I became infertile for the decision of my own convictions, although certain feelings were kept ingrowing in the soil of memories of youth and fatherhood, as long as I drank from the spring waters, up to the time I moved to a better state of being, separated from a noisy family and hardships I couldn´t bear for their betterment.
The experience of my age gave me to plan in the virgin forest of eternity. If I´m allowed to be there, before leaving, I wish I could walk up to a summit to turn around and see the glory of my personal achievement to wave them goodbye.
If you like, you´ll be bound to be liked. If you hate, you´ll be hated… Those who praiseworthily love seldom are despised, unless you deserve it. (Matt. 7:12)
I failed… My whole life is stained with failures! The best thing I´ve done is believing God and surrendering to Jesus the Christ.
You may indulge in having sex with almost any… but you cannot live with an acquaintance if there´s no trust, the commitment of love and the fellowship of ideas and the same faith. A love relationship is not a dead-end street! It´s not bound to a single end (just sex), but to exist and keep it on.
Thanks God! Sometimes I´m smart enough to leave things behind.
Sometimes those stories you told me made me shed some tears… I didn´t know God cared and loved that way!
Have you ever seen that old man who hugged you once and knew how much you needed your Dad´s attentions?
I remember what you told me about meeting your Dad, the first… I wished I could have been that hand you held tight! (but it´s up to you to open me a way to come into a relationship).
I´m aware you cannot love me because of my poverty or age… But I´m freed to do as I´m pleased (to keep it alive), whether you like it or not.
Tienes absoluto derecho a negarte a quien no desees ni aceptes; pero no puedes prohibirles que sientan o piensen conforme a su deseo, con o sin tu consentimiento.
I´ve known the whips of psychological rejection… That´s why Christ came to meet and assemble sinners -like me! (Matt. 9:11-13).
Look at me with the lush impressions of your feelings… My picture does not match the nature of shrine of my soul nor the surface of my writings.
A lying tongue hurts, but a loving mouth always kisses and cures wounds… Bring the lips of your healing words to my ears! (Call at +58424-3035474).
I regret this cold distance, but time hasn´t blunted my feelings for you… I´m getting old and a day is set to say goodbye. I hope I´ll meet the body of your soul in Heavens, ´cos here I´m physically hindered as long as I could be endangered to be lovesick (while each day I´m dying for the want).
Misfortune cast me into your path like a die. Then we started to share thoughts and I confessed this admiration before the shrine of that intimacy I thought it was leading to love… I cherished it and you left. No dice!
I guessed you shrank away because you thought you belonged to another (who left you, in turn) That´s OK! It´s fare! Did he love you like I do?
Before looking at your face, you helped me to know portions of your life. In consequence, I started to understand your inner being… It might be wrong to cherish this, if I knew you were committed to another´s hand, but we were not cheating.
Knowing that I´m poor I became infertile for the decision of my own convictions, although certain feelings were kept ingrowing in the soil of memories of youth and fatherhood, as long as I drank from the spring waters, up to the time I moved to a better state of being, separated from a noisy family and hardships I couldn´t bear for their betterment.
The experience of my age gave me to plan in the virgin forest of eternity. If I´m allowed to be there, before leaving, I wish I could walk up to a summit to turn around and see the glory of my personal achievement to wave them goodbye.
If you like, you´ll be bound to be liked. If you hate, you´ll be hated… Those who praiseworthily love seldom are despised, unless you deserve it. (Matt. 7:12)
I failed… My whole life is stained with failures! The best thing I´ve done is believing God and surrendering to Jesus the Christ.
You may indulge in having sex with almost any… but you cannot live with an acquaintance if there´s no trust, the commitment of love and the fellowship of ideas and the same faith. A love relationship is not a dead-end street! It´s not bound to a single end (just sex), but to exist and keep it on.
Thanks God! Sometimes I´m smart enough to leave things behind.
domingo, 3 de abril de 2011
broken relationships
After finishing a love relationship I used to said: "She´s a whore", "she´s a bitch" or "She´s an asshole". Doing it, I´ve proved it wasn´t real love the itching feeling hurting me, when I was deceived with my emotions or desires. Now I know I was engaged with wrong motives to the wrong woman at the wrong time and place. At my present age, I understand I was seeking a dream, not a woman, and some were a cunt.
Later on I´ll finish this!
Later on I´ll finish this!
lunes, 28 de marzo de 2011
Ascetismo exterior o interior
Hay ciertas cosas nuestras un poco "religiosas" en la exterioridad de quienes nos ven, convencionales y entre los cristianos pentecostales ortodoxos, ese ascetismo no secular -en el fondo- es bueno, particularmente, a largo término, especialmente si se interioriza hasta el final de esta temporal vida.
Hay cosas que llegan a incomodar. A veces los bien intencionados consejos, las repeticiones de esos detalles que no aplicamos en nosotros o esos que algunos creen realizar todos los días... ¡pero no es así!.
Hay cosas que uno sigue o recomienda, no -necesariamente-por convicción EXPERIMENTAL, sino por religión inducida en un núcleo de religiosos o por sus tradiciones o las que inventamos, creyendo ser originales, pero te aseguro que, con los años (si Dios quiere) esto llevará a buen término.
La religiosidad, como tampoco los golpes de pecho, no son garantía de nada, ni de la felicidad que todos -de algún modo- anhelamos... Estuve casado con una pentecostal 13 años (ella se consideraba "líder")... Ya nos divorciamos hace unos 5 y, ni ella ni yo somos religiosos ni amigos, pero si por mí fuera, preferiría tener una esposa recatada como esa chica, cuya belleza interna y externa la adorna, por estar separada de lo secular, con un aspecto de santidad -como el de tu prima- que, en mi opinión y en la foto, me parece que es una pureza interior más que exterior.
Cuando uno se parece tanto al resto de nuestros semejantes, mundano o secular (como yo) no hace la diferencia entre la muchedumbre, y somos tan comunes a todos (como tú o como ella). Uno puede presumir de algún atractivo físico, económico o mental, pero alguien como tu prima, exhala una belleza que me conmueve más que una chica con las piernas descubiertas, desnudas a la vista de todos, pues -alguien así- está guardada para ser vista, desposada y admirada para un sólo hombre y un solo matrimonio y, ¡he aquí! He fracasado matrimonialmente más de lo que me hubiera propuesto si tuviera una dirección divina, paternal o de fe ciega, que me hubiera guiado a la mujer que fue pensada -para mí- como ayuda idónea, con todos esos ingredientes morales, emocionales sexuales y amistosos que yo deseo, pese a llegar a 50 años ¡Aún creo estar vivo!
No puedo negar, no puedo esconder, que me guste la belleza física exterior, pero me gusta la privacidad, la exclusividad de los ojos y de la anatomía de mi pareja; pero es demasiado idealismo -secularismo- esperar un milagro cuando cada quien corre hacia el deseo o capricho que fija como su destino.
Antonio Toro Marzo 30, 2011
Hay cosas que llegan a incomodar. A veces los bien intencionados consejos, las repeticiones de esos detalles que no aplicamos en nosotros o esos que algunos creen realizar todos los días... ¡pero no es así!.
Hay cosas que uno sigue o recomienda, no -necesariamente-por convicción EXPERIMENTAL, sino por religión inducida en un núcleo de religiosos o por sus tradiciones o las que inventamos, creyendo ser originales, pero te aseguro que, con los años (si Dios quiere) esto llevará a buen término.
La religiosidad, como tampoco los golpes de pecho, no son garantía de nada, ni de la felicidad que todos -de algún modo- anhelamos... Estuve casado con una pentecostal 13 años (ella se consideraba "líder")... Ya nos divorciamos hace unos 5 y, ni ella ni yo somos religiosos ni amigos, pero si por mí fuera, preferiría tener una esposa recatada como esa chica, cuya belleza interna y externa la adorna, por estar separada de lo secular, con un aspecto de santidad -como el de tu prima- que, en mi opinión y en la foto, me parece que es una pureza interior más que exterior.
Cuando uno se parece tanto al resto de nuestros semejantes, mundano o secular (como yo) no hace la diferencia entre la muchedumbre, y somos tan comunes a todos (como tú o como ella). Uno puede presumir de algún atractivo físico, económico o mental, pero alguien como tu prima, exhala una belleza que me conmueve más que una chica con las piernas descubiertas, desnudas a la vista de todos, pues -alguien así- está guardada para ser vista, desposada y admirada para un sólo hombre y un solo matrimonio y, ¡he aquí! He fracasado matrimonialmente más de lo que me hubiera propuesto si tuviera una dirección divina, paternal o de fe ciega, que me hubiera guiado a la mujer que fue pensada -para mí- como ayuda idónea, con todos esos ingredientes morales, emocionales sexuales y amistosos que yo deseo, pese a llegar a 50 años ¡Aún creo estar vivo!
No puedo negar, no puedo esconder, que me guste la belleza física exterior, pero me gusta la privacidad, la exclusividad de los ojos y de la anatomía de mi pareja; pero es demasiado idealismo -secularismo- esperar un milagro cuando cada quien corre hacia el deseo o capricho que fija como su destino.
Antonio Toro Marzo 30, 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)