lunes, 10 de noviembre de 2008

Ha! Ha!



More words seen.

sábado, 4 de octubre de 2008

Cansado Estoy.



Acabo de hablar con Dr. Juan Luis. Mi “amada” ex insistió en que lo hiciese, puesto que debía ir con ella a Los Teques para introducir nuestro caso en otro tribunal (cansado de eso estoy). El borrador que había visto no me satisfacía y, menos aún, cuando establece una cantidad de la Pensión Alimentaria que yo mismo no gano.

Isa trató de explicarme, con esas palabras que no termino de entender. Dijo algo como que “se separaban los cuerpos y luego se procedía al divorcio de los bienes conyugales”. ¡Qué carajo! Divorcio es divorcio y MIENTRAS MÁS RÁPIDO MEJOR.

Molesto ya, bajé al pueblo para no gastar mi saldo telefónico en otra intrascendencia. La Juez –esposa del abogado- atendió mi llamada y muy cortésmente pedí me comunicase con su marido.

-¡Hola, Luis! ¿Leíste el mensaje de texto que te envié a tu celular?
-¡Sí! Pero es muy difícil explicarte eso en un mensaje…
-¡Pero te dí mi e-mail! Tengo que leer el documento antes de ir a ninguna parte a firmar. Tengo años esperando por eso.
-¡Lo entiendo!
-Isabel me dice que en esa instancia no se mete el tema de la comunidad de bienes y, además, ¡no gano como para cubrir esa pensión alimentaria!
-Lo primero que hay q hacer es introducir ese papel en el (bla, bla) de menores, porque éste no tiene competencia en lo relativo a los bienes (y + bla, bla, bla). Luego, posteriormente, se va a otra instancia que decidirá lo tocante a la comunidad de bienes.
-¡Luis! Ellos no tienen que decidir en nada que ya nosotros hayamos decidido: Lo de ella es de ella y lo mío es mio... Hace 4 años se introdujo un documento parecido en Maracay. ¿Por qué repetir el proceso? ¿Por qué no recurrir al legajo y culminar lo que allá se empezó?

Cambió feamente su tono de voz. Me dio como arrecherita, pero un teléfono es un teléfono.

-¡Antonio! ¡Déjame decirte una vaina! Mejor es que se busquen a otro, pues, yo no estoy para perder tiempo. ¡Tú me tienes desconfianza!
-¡Luis! Mejor me asesoro por otro lado. ¡Tengo 4 años en esto! No es cuestión de desconfianza ¡Soy yo quien tiene cuatro años en esto! Y esto no es asunto tuyo…Tú sabes lo que tienes que hacer y yo, un ignorante, tengo que pasar por esta experiencia. ¡Discúlpame! (Colgué).

¡Coño de la madre! ¡Bendito sea todo este trámite!

Si un tribunal de menores sólo es "competente" para lo relativo a LA PENSIÓN ALIMENTARIA ¿Por qué coño -el documento que presentó a Isabel- dice que “durante el tiempo de este matrimonio no se adquirieron bienes materiales”? SI NO TUVIERA COMPETENCIA, NO SE DIRÍA UNA MENTIRA. ¿Para qué mentir a un incompetente? (¿El tribunal o yo?)

Además –como le dije a la mierda esa- (x q ahora sí que me apesta la mujer esta) ¿para qué voy a firmar un “acuerdo” por una cantidad que no puedo honrar en la pensión alimentaria? ¡ni gano dinero para mí, al mes!

Santo Domingo o Cuba son envidiables para acabar con lo de un divorcio ¡hasta hacen uso de esto para aumentar el “turismo”!. Los refinamientos de nuestra leyes -¡de mierda!- sólo sirven a las complicaciones que sólo atienden y entienden los abogados. ¡Qué arrecho! Que agarren un pico y una pala para que vean cómo tengo que ganarme el pan, la arepa y el arroz.


¡Pendejo de mí! Que creí agradar a Dios, a la ley, a la República y cumplir con las leyes sólo beneficia a… ¡a los que las escriben en la AN! (cobran x sudar el culo, sentados con aire acondicionado).

¡Esto no me lo aguanto más!

Como pueda me volveré a Maracay o a cierta gente que sabe y busco un abogado que le eche bola, q no me joda con los precios y tecnicismos.

¡Tiren q jode! Y no tengan hijos. Si la unión se disuelve, que sea en felicidad o armonía. El uno se llegó a la otra para amarse ¡no es para joderse! (¿o sí?)

¡Bueno!
Lo que deseo es poder darle una patada a la maldita pared. Un coñazo a la maldita ley que me une a un papel y a esta arrechera...

¡Qué fácil es patear lo que a solas se derriba! y qué arrechera la forma como un tecnicismo de ley jode en mi vida.

jueves, 2 de octubre de 2008

Aislado.

27/09/2008



Parte I



Miento al decir que seas esa ciudad, porque todo en ti suena nuevo, sano y santo. ¿Cómo no rendirme al culto de esta extraña devoción? No es correcto compararte a un lugar donde muchos intentan poner la mano o hayan dejado marcas del sudor o el sucio de sus pies… ¡Perdón! No eres Roma. No eres un pueblo desgastado, sino mi nuevo santuario (o algo mucho mejor que eso). No eres tanta “sacra” palabra, sino los labios tibios y el aliento que hoy necesito…

¿Cómo escribirte una disculpa en una apología?

Es difícil desarraigarte de tus costas –de los tuyos- si soy yo quien te desplaza. Deseo ser yo quien se mude a tu orbe. Mas, sabiendo que es mucho lo que allí te es ajeno o repudiable, necesitamos intimar en lo que puede ser nuestro, para crear un espacio en lo que podría hacerse nuestro.

Piérdeme!

Golpéame con la ironía de que no podré ser tuyo.
Castígame con la promesa de que nunca nos veremos.
Desgárrame con la mentira de que no nos uniremos
Y que sólo vimos imágenes, q no es amor, sólo barullo.

Piérdeme en esta confusión de larga espera.
Hiéreme con la indolencia de que dos “Nos equivocamos”.
Cambia tus teléfonos, no respondas mis mensajes
Que, en todas estas horas ¡nunca nos deseamos!

Yo deseo perderme en ti... encallar como madero en ti.
Anhelo amarte –si fuere posible- de un modo que ya no sepa.
Quiero enraizarme ¡expandirme en tu adentro!
Y por siempre fructificar –en todo modo- ¡que nada quepa!

Ayúdame a que estos pies no caigan de tus estribos,
Hazme saber qué hago mal o qué debí yo hacer.
Ilumíname el camino de tus sendas infusibles,
Allí donde mi luz no cambie las penumbras.

¿Qué opción tengo en este ocaso?
Avanza ya el otoño al final de mis estaciones
Este amarte –inconcluso- reclama intenciones De sabores y besos
¿No duele, acaso?

¡Piérdeme por el deseo de tus caricias!
Marca el estigma, en señal de que te pertenezco.
Deja que pruebe la miel y el almíbar
Que al mirar de esos ojos… ¡desfallezco!

Hiéreme con besos, cuyo sabor todavía no pruebo (ni apruebo).
¡Quémame con lo que arde en tu pecho! Cuyo calor aún no toco y –de lejos- me quema.

Piérdeme en la nada, y en tu todo.

Hazme perder el poco control y la loca razón.
Dí que estos 4 meses sirvieron a la mentira Que hemos fantaseado y reina la desazón…


Parte II

(Sigue luego)

sábado, 27 de septiembre de 2008

La Montaña





Es difícil entender el todo de las personas. No ha logrado uno entenderse cuando nota que el resto de los "conocidos" va evolucionando en su camino y tenemos que retomar el hilo y volver a repasar viejas costuras...

Hoy, bajando de casa, "la montaña fue a Mahoma". Seguía mi camino luego que saludase a un par de personas y me dispusiere a venir al cyber para comunicarme con mi "cercano" amor (Mónica y su Valle).

Masticaba la idea de un trabajo de pintura. Notaba algo que percibo como la confirmación venida del "destino", cuando sé que mucho depende de lo ALTO y de Dios.

Estuve a punto de devolverme a mi casa al notar un objeto olvidado en la frescura de mi casa… Saludé a Valentín, a otros que estaban en los linderos de sus casas y retrocedí. No porque suela hacerlo, sino porque mi descuido puedo arreglarlo mañana, aunque no siempre tenga un mañana para enmendar y corregir.

Recibí un mensaje para no apurar mi marcha. Barato es el perfume que se echa cuando la mañana no termina de despertar y vestir un cuerpo deseoso de su naturaleza, pero los compromisos son responsabilidades.

Hablé con el empleado de mi amigo y, estando al paso de irme, me informa de que su jefe me espera. “Será después –le dije- Creo que debe andar cómodo en casa, y no le quiero importunar… ¿Sabes qué será el trabajo?”.

Con una simple respuesta, supe de la clase de hombre que un vecino ha contratado; aunque esta clara mañana se antoja al descanso de hábiles manos.

Pasé las blancas paredes del Club. Sus tejas poco cuidadas ni me distrajeron del paisaje verde de los bambúes ni del asfalto que mis pies golpeaban. Meditaba mis cosas, miraba estas montañas y un auto negro –conocido- me indujo a levantar mis señas, como quien quiere ser llevado más rápido y Alcanzar otra meta.

-¡Caray! Estuve a punto de visitarte… ¡Ahora eres tú quien viene a mí!

Sonriente y sorprendido, retomamos nuestros saludos y comenzamos a charlar. ¡Lástima que tantas cosas pasan sin un registro de audio, de imágenes!

-¡Coño! –le dije- a veces me pareces un maestro. Deberías tener un programa de radio.

Sin meditarlo (pienso ahora) solté una serie de halagos que no hubiera maquinado. No preguntaré qué pensó o qué sintió, pero comenzamos a hablar de esas cosas que, no siendo muy profundas, son nuestra filosofía o nuestra verdad.

-¿Y cuál es la verdad, Jean?
-¡Hay una!, y son pocas las veces en que uno la tropieza.
-Creo que es una; pero es la tuya, tanto como la mía.
-Hay una, pero es colectiva, en beneficio de todos y de la humanidad.
-Creo que es la mía. La que llevo dentro y yo sólo poseo ¡Nadie me la puede quitar!
-¿La de Adolf Hitler o la de cualquier asesino que “poseyéndola” viene y mata a cualquiera que hiere? Hay algo más, mucho más que la simpleza de la verdad que alguno crea tener…

La cosa se extendía. De momento sentí lo tonto de no haber dejado mi teléfono encendido grabando nuestras conversaciones, pues, llegamos a cosas que la simple imagen pública, la convencionalidad de algunos encuentros no nos deja ver en las personas, por muy públicas que sean. Uno aborda temas que ni lo insulso de las entrevistas o las charlas de sobremesa registran un par de minutos y luego se olvidan.

-¡Perro! ¿Ves que esto es una clase magistral? No todo el mundo conoce estas cosas de nosotros, aunque no seamos los únicos que de este modo podamos pensar; no obstante, y hasta sin quererlo, recuerdo el grito que me diste ese día, por aquellas tejas que no pinté como tú querías.
-¡Ja, ja! -rió Simancas- ¿Lo recuerdas?
-¡Claro! Y más aún –añadí- todas esas cosas que uno aprende de ti, de otros; pero sólo es uno el que es capaz de aprender de las experiencias de terceros que hayan vivido más que nosotros.
-¡Sí! Pero apaga esa máquina que me incomoda...
-¡Coño! Ya me vas a poner a hablar con tu representante para cobrarme el minuto de esta grabación… ¡No tiene audio!
-Aún así, tengo que verla y revisarla –riendo, pero con la solemnidad del caso.
-¡Ja, ja! ¿Cuántas cosas no se pierden cuando estamos conscientes de que nos están filmando? ¡Pero díme algo! (ya que no hay público) ¿En verdad eres fotogénico?

Mucho nos dijimos. Magnífico si hubiera atesorado lo hablado en una buena grabación; pero la marcha a Las Tejerías fue un poco inquieta, pues, él notó que un auto se había salido de la carretera y la fidelidad de mi video no lo reproduce con la vivacidad que desearía ¡qué importa si tenemos la mente! ¿No es una bendición el milagro de esta vida?

Henos aquí, conversando y aprendiendo, y es como un milagro que nuestras ideas puedan represarse en letras, repetirse en imágenes y esto y lo otro era lo que comentábamos Jean y yo en 15 minutos de viaje.

¡Qué Bolas! Tenía años pensando grabar algo de esto, y hoy es que se me ocurre guardar un instante…

¡Gracias Dios! Eres tú quien nos hace eternos.

lunes, 25 de agosto de 2008

Ultimos Días



Estaba allí, con mi hijo mayor. Los días se acercaban y la incertidumbre de volver a tenerlo cerca, trabajnado conmigo, me impulsó a un acto pueril que, de pensarlo, me divertía. La brocha enverdecida se cayó de mis manos. La inevitable mancha que supuse entre mi nariz y mi barba, me divertía, así que hice señas a mi chico, para que notara mi accidente y, también se riera un poco.

Se acercó. Tomó una foto. Inflé mis mejillas, sólo para que conservase una memoria, un recuerdo de estos días, pues ¿cuándo volveríamos a trabajar cerca, en equipo?

En otros de esos minutos, que me parecía volar, él escuchaba esa músicas que toda mi vida detestaré: Salsa, Reguetón, Merengüe, etc.

En mi monólogo interior, culpé a su madre, a su entorno ¿Qué mal hice yo para que mi hijo fuera la antítesis "musical" de lo que creí NO SER? (nO HALLO RESPUESTA).

No puse mucha atención al asunto, pero, una estrofa de un merengue me pareció garciosa y recordé días de juventud, de cuando iba al programa televisado "Disco Fiebre" e hice señas x el ventanal para q mi hijo me viera y comenzó a grabar con su cámara... No salió muy bien ese video y, tomándome x sorpresa, volvió a grabar lo q arriba he reproducido, pero frente mío.

Dejo ese instante, ese recuerdo "memorable", pues, cuando deje de ser, deje yo de existir, deseo q mis hijos me recuerden (como puedo recordarlos a ellos) (y se me aguan los ojos, pues, quiero terminar lo insulso de no saber qué Dios hará de mí).

A.T.

viernes, 22 de agosto de 2008

Two more

Time goes by. They become older and I come to where I want to be. My Joy and my Amada, Together!

domingo, 10 de agosto de 2008

Mi "Todo"

Una parte de mí cree que eres mi "Everything", pero la otra, esta humanidad que difícilmente me entiendo, me dice que mi todo está incompleto en la distancia y, este depender -de un intangible divino, de otro mundo en q no tengo experimental ni sustancial acceso- me produce malestar y ansiedad, pues, deshacerme del terrenal y arraigado hábito de "hacer", "de decidir", tiene apegos de 47 años: Lucho contra mí mismo. Nunca había experimentado TODO, en un plano de otra dimensión (lo virtual) y mi corporalidad reclama su espacio y tiempo. Es como si debiese pasar el experimento de un verdadero naufragio espiritual y emocional, un natural QUEBRANTAMIENTO DE ESPÍRITU, como para permitir que NUESTRO TODO, obre de acuerdo a Su voluntad (y como no conozco la fe en esa voluntad ajena que me parece "lenta" o "indifirente" desde Su celestial trono) eso es lo q me falta... pero ¿No he perdido 47 años de mi vida "intentando" hacer mi voluntad? ¡Y FALLÉ!

Mi todo está incompleto: Me alieno de mí, de tí y de Dios. Mi todo es algo celestial limitado o junto a lo que es terreno y, la más trascendente experiencia de mi vida no es sólo CONOCERLE (me refiero a Dios, Su Hijo y explorar el Cosmos), sino dejar que me lleven al punto de ser atraído y traído al DISEÑO original para el propósito para el cual fui creado...

Es dejarme llevar de Su mano y ¡soltar las tablas de mis olas!

(aun no tengo las palabras para expresarme) (Es como una idea que no halla su "normal" salida).

P.S.

Usando un poco la cabeza, dejando q funcione su lugar, me sorprendo de lo mucho q hemos experimentado a distancia. Me había prometido no involucrarme con alguien a tal distancia, pero, bien ha VALIDO LA PENA (aunq pena es NO estar a tu lado). Supongo q, de estar cerca, no habríamos evolucionado como lo hemos hecho, tan bien como lo estamos haciendo, pero, como nunca me permití dejar abiertas tantas cosas -de mí- hay una incertidumbre que, por otro lado, es una molestia: ¿Seremos igual o mejor en persona? (Incógnitas).

POr un lado, siento como q hubiésemos convivido años. Me incomoda la prisión del barrote de teclas y la limitación q AMBOS PADECEMOS, de este estar inhibidos, minimizados, a la libre expresión de deseos, ansiedades, estímulos y -por no conocerme en este mundo cyber- me desconcierto, me quebranto, pues, no conozco mis límites, en este sentido de abstracción, de lo q -en mucho- cifro de lo q es INTANGIBLE (siendo tangible y REAL).

Dos meses es un número pequeño. Si fuera una unidad de mensura, para nuestra realidad, esta cifra descalifica la intensidad de lo q es real, único y especial.

No tengo referencia vivencial para datar, registrar, lo q nos está pasando (aunq debería decir "lo q me está pasando"). El fantasma de la incertidumbre me afecta, me ataca, me asusta: No estoy ni estaba preparado para nada. Sé que SOBREPASAS todos mis deseos, mis limites y limitaciones.
LAs contingencias me abruman en frsutración y deseos, al punto que, por desconocer LA VERDADERA REALIDAD, no hallo ni palabras para decir o cualificar lo q siento, deseo o vivo en mi interioridad, mi voluntad y experiencia: No tengo referencias...

¡Dos meses! parece mentira. ¿No son como años o lustros? Me tiemblan las manos. No es temor, es deseo, desespero, ganas, rabia, frustración y ¡hasta dependencia! (algo q no me habría permitido).

Uno de estos días, juntos, escribiremos las palabras q no sé expresarte. No puedo decir, desde lo profundo de mi alma: "Esto es" pues, aún no sé qué es y, esta viviencia, es lo más cercano a lo q haya podido soñar o imaginar lo q es Tener fe (y deseos y ansiedad). ¡Obvio! escribir esto, entre resacas de ideas o pensamientos, sólo escribo de la estela, de la espuma, mas, estas olas que me llevan, me levantan y me baten -abatiéndome o elevándome- sólo yo conozco los significados, pues, NO CONOCÍA ESTA DIMENSIÓN DE VIDA CON QUE DESCUBRES Y REVISTES MI ALMA...

Nunca viví así, y sólo es la mitad de lo q espero sea
en tanto pueda soportar, el oleaje de esta marea.