lunes, 16 de septiembre de 2013

Love relationships


Yesterday I was given a love lesson. I heard the voices of a granddad and a son praying, repeating and following instructions. It was lovely! It was like Jesus were teaching each of us there.

Someone else was at the chat room and each one enjoyed for what they heard, did or liked.

You can hear someone chewing his food or chewing her gum, but this what I heard was more than that. It was like my heart beating, a man who became a dad second time and a little voice who asked his loving attention and, as a response, he or she did what a granddad asked or needed. Doesn't it look like us, being Christians?

Let's say we are not at God's physical reach, but we could be assured or hugged, sometimes. We are not at His lap, but He is willing to care for all our needs, to give us personal attention, while whispering His words sweetly: He wants to be loved too.

I agree we don't want to give too much attention to certain things or persons. We are creepy when asking things, and perhaps we are not kind enough to thanks those who has blessed us with a sincere prayer, an honest act of friendship, or the empty seat we received at a crowded place. We're are not kind enough to tell God “Thanks” when life is spared, saved from secular corruption or from the danger of any human disease.
Doesn't this remind you when Jesus spoke of those men who were healed and never thanked him back?
Love often functions like the job of a gardener. You cannot get easily some special fruit. A flower needs attention, her soil requires watering with your nice feelings and the toil that pays you back with beauty or her scent. Don't you regret vanishing colors? Will you leave your roses to turn pale?

In love you are aware you need attentions; but the other part could be demanding his (or her) anytime you won't think of. It is like breathing! There is an incoming air and its opposite flow changing. Who wants to stop his living breath?

There is a selfish part on this. I could long to receive fresh air. I would love to inhale, to kiss, but paid too little attention on somebody's else breathing. I received, and sometimes -too often- I stopped myself from giving.

I miss my child's voice: I recorded the sound of his voice when he was so little and dear to me (Where have I left it?). I took those pictures I cherish for the memories they could keep, and for those I'll be reminded when my children become moms or dads. But this child I heard yesterday made me happy, and I cannot show the face I now have on this screen as a paperwall.

There was a young lady too who also enjoyed that moment. She wants to have her kids. Perhaps she keeps the word she would give her husband when they´re married; but human life needs one room for breathing, same way a rose has its thorns to be saved, self-protected and rooted in the depth of clean soil.

Loving relationships need our attention, one we freely give without pushing. You cannot get a real friend choking his/her personal desires. I'm sure I cannot respire in some rare atmospheres; so I guess I can help someone to breathe, to find her daily breath without hurting like a thorn... But I need God first!

Yesterday I secretly laughed at hearing people talking... In somebody's voice (and his claims) I heard how I was, the things I needed and I'm glad that I´m changing: God is the ONE I needed to have my all.

Some Christians may misbehave or look you down unfriendly. They are so demanding, so judgmental, that they indulged themselves to judge you, when you're walking your life at your steps. Is Jesus like that? Have you seen how bossy some Christians are, telling you to do the things they don´t make to happen?

“Come to me... My yoke is easy.” (Jesus, in Matthew's)

“No one can come to me unless the Father draws him” (Jesus, in John's) How could you lead a person to Jesus if God is out?

Yes! God is not pushing me to love Him. He invites me to love Him by obedience, same way His Son did.

Yes! He wants me to follow Jesus´ teachings and life style. Will you come too?

Love is not a dead-end street, it´s a two way street. It is roomy enough for people to breathe, to walk and feel safe. Its root is divine and above all humans. It has an earthly realm, but the operative design and its seal are divine and eternal: The source is God's.

Just to keep in mind, as I lately have said: Friendship and love are not to be begged, but to be given.

A.T.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Lo que fácil viene ¿fácil se va?


Hubiese querido publicar estas ideas en inglés, pero intento dejarlas a mis hijos y, ni seguro esté que intenten poner atención a lo que pudiera servirles pronto, si se ahorraran unos años. Sé que -normalmente- aprendemos de nuestras propias experiencias, pero cuánto me aliviaría que estos carajitos se sirvieran de la mía...

Hace mucho leí libros que hoy echo de menos. Pendejamente vendí libros que hoy desearía tener para re-leer y, uno de ellos, es “El Hombre al desnudo”, escrito por Desmond Morris (sólo hojeé “El mono al desnudo”). Allí aprendí un grupo de cosas que todavía se cumplen por el carácter y la cultura visceral de la naturaleza humana.

Vestimos conforme a la moda. NO tengo idea de quién o quiénes la imponen, pero sé que va dirigida a esos aspectos de nuestra sensualidad más que a la comodidad o la seguridad. En el siglo  15 una minifalda sería un delito de muerte hoy, un hilo dental, es una propuesta visual a cada hombre que hay visto lo que hay bajo el vestido, de forma explícita y directa y, si quieren casarse con un bonito trasero, vayan a las playas y metan ojo (pero guárdense las manos) que un trasero exhibido, así, no tiene dueño fijo, ni es una relación en la que puedas confiar el amor de tu vida...

Sé que Elisha no repara en esto de “comer lo que venga”, es muy práctico; pero Joy se hace la pendeja y ya está pelando el diente. A fin de cuentas, lo que pierdan (o ganen) es cosa suya y, de mi parte, bien lejos vivo de sus cosas (para que no me afecten ni yo les afecte).

No voy a negar, como hombre, que no me atraigan esas carajitas con pantalones rotos. Esas piernas, esos muslos, parecen tener algo sabroso pero, en medio de tanta competencia visual, sin mostrar lo que hay en el carácter del cerebro, lo que quieren o lo que buscan, no es difícil prever que, largamente, cambiarán de pareja, de maridos o de amantes y,  como pecaminosamente tendemos a ser promíscuos -por placer o diversión- no sé cómo hallarán una pareja que no les sea infiel pues, la religión no es garantía de que alguien nos sea leal y, si una carajita o una persona nos atrae más de lo debido (en lo sexual o emocional) el vínculo erótico parece prevalecer sobre lo que se pensaba era amor y, en cuanto a conveniencias, la estúpidamente humana cree que la chica bonita resultará más fiel que quien haya sufrido desengaños en la vida o la que haya aceptado el señoría de Dios en su vida. ¿Les digo la verdad? ¡No hay garantías! Puede que se tenga temor de Dios, puede que ganes ese amor que siempre creíste o deseaste, pero -por cualquier imprevisto- mujeres y hombres cambian de pareja a conveniencia y mire qué pocas son fieles (puedo decirte que conocí pocas mujeres de un solo hombre, pero todas tienen fantasías eróticas y, para tristeza y desdicha de algunas, hay hombres durmiendo con otras mujeres, así como algunas de ellas se acuestan con otros “caballeros” ¡sin importar aspectos religiosos o económicos! (el vínculo no es amistad ni amor, es simple sexo).

Es fácil entender la razón por la que damos culto al sexo: Hay placer visceral. Puedes pasar horas comiendo o bebiendo, pero el sexo es tan adictivo como una droga fuerte y, de hecho, el cerebro se empapa de un caldo de hormonas alucinantes que uno siente que “vive” (cuando, en realidad, se muere). ¡Miren ese peo! La ilusión de la eyaculación no es mayor que esos 5 minutos pero, los problemas del sexo pueden durar años. ¿Qué tal un embarazo? ¿Qué tal una enfermedad de transmisión sexual? Uno ni sabe con quien se acuesta. Puede que te haga creer que ella ni él es promiscuo y, luego de ese rato, tendrás un problema de por vida... ¡No vale la pena!

Mi hija está bonita, pero no quiere oír; sino a su actual fantasía de que es joven y bella. Ella, como cualquier carajita, quiere más a su cámara fotográfica que al futuro que le conviene, y les daré un ejemplo ¿Qué hace una mujer adulta, casada, mostrándose demasiado sexy en fakebook? Digamos que no saca una foto convencional, sino una en la que se baja la ropa o suelta el traje de baño, dejando ver más allá de lo que el ojo normal alcanza ¿Qué se busca? Hablo como otro hombre, como simple espectador no puritano, porque he caído en esa misma clase de trampas.

Una mujer, con su cuerpo, palabras o actitudes puede seducir a quien quiera. No tiene que ser bonita ni sexy para llevárselo a uno a la cama. No tiene que ofrecer su casa, ni su cuarto ni pagar la cuenta del hotel para que alguno quiera acostarse sexualmente con ella. Sólo basta que ella diga al hombre (a otra mujer) que quiere sexo y lo tendrá (por eso me molesto con algunas niñas).

Las niñas de estos días no saben LO QUE PROPONEN. A su edad, muchas veces sin malicia, muestran toda la mercancía, lo que hay y lo que tiene precio, sin saber que estaban a la venta ¡y con ganas de darlo TODO gratis! (triste, pero verdadero) (a esto ya llegamos).

Ya la gente tiene sexo desde los 15-16 años. Yo, tardíamente, me enamoré de una carajita de 16 y eso duró menos de un año y, según me parece hoy, esas aventuras amorosas pueden durar horas, días, semanas o pocos meses ahora. ¿Qué tal un embarazo cuando no se tiene ni techo propio? ¿Qué decir de una enfermedad venérea? (porque ni condones usan y ¿quién les protege la boca?)

No me importa que hoy no me paren bolas o les parezca grosero. Una relación sexual, separados de un vínculo total y completo con Dios, es la peor cosa que uno se haga.

Les escribe y les habla un viejo pendejo de 52 años. Esas carajitas -a mí también- físicamente me gustan; pero no son de las que se quedarán con nadie (ni uno) si ustedes no se quedan con una sola de ellas. Ustedes “comen” aquí y “comen” allá (se las quieren comer todas); pero esas niñas, esas chicas que serán mujeres, también se van con cualquiera que las desee, para pasar un rato y SON MUY POCAS las que son realmente dignas de confianza y, peor aún, USTEDES NO SON DIGNOS DE CONFIANZA.

Hijo, cierta vez me dijiste que estabas esperando que, “llegara una chica que te demostrara ser digna de ti, de tu amor y de la fidelidad que guardas para una sola mujer... uno de estos días” ¡Qué sé yo! Permíteme decirte que ellas -también- piensan igual que tú y que yo. Tienen tantos o más sueños que cualquier hombre y, que si tú tienes fantasías o sueños eróticos, ella también tiene cerebro para lo mismo que tú deseas.

No puedo darte una respuesta para lo que tú -a solas- decidas para ti mismo, ni puedo darte garantías sobre lo que otra mujer, como individuo, decidirá de sí y para sí: La garantía es que no hay garantías para nadie y, las ventajas, son para ninguno.

Tú eres el mejor regalo que alguien pueda recibir cuando tú decidas darte a la persona que ames. Puede que ese alguien te estime hoy y, cualquier día de mañana, te subestime y se busque otro (u otra). No podemos predecir lo que alguien hará, a menos que la intuición o la comunicación esté afinada a lo que sus labios te digan o su voluntad públicamente te exprese.

No quiero que la vida se te vaya como se me ha ido. No deseo tengas que pasar por alguna estrechez, cierta incomodidad, que deje marca o dolor durante cada experiencia; pero caminarás tu sendero, el trecho de un dolor, como el amor te traerá gozo, a fin de que puedas apreciar las bondades de cada regalo que te ofrezcan, el desengaño de algún rechazo que no quieras ni pidas, en todo aquello que Dios disponga, para formar en ti (y para ti) el carácter que necesitas, sin importar lo seco o lo insípido del viaje que esta vida te guarde.

No creas a las apariencias.

Hay gente que no se exhibe, pero se vende más que ropa en vidriera. Puede que nunca la hayas visto promocionándose, pero no cesa en ofrecerse. Tal vez la veas mojigata, quizá parezca sencilla, pero no es mujer que merezca confianza.

Puedes saber las cosas que le gustan por las cosas que dice. Puedes conocer a alguien por las cosas que hace, por las cosas que te dice; porque su tesoro está en lo que le gusta y no en lo que le disgusta.

Si entras a una casa y todo lo que notas es lujo, allí se valora el bien material. Si una persona no cesa de hablar de nombres y de marcas, lo que gusta o está de moda (y desea poseerlo) te está diciendo qué cosas hay en su mundo, cómo lo ve, dentro de sí misma.

Si eres campusano, dado a la vida salvaje o demasiado sencilla, no podrás convivir con alguien 100% citadino. Si eres torpe, de poco estudio o lectura, no podrás mantener una relación con quien añore dormir en una biblioteca o en le aula de la universidad (aunque he oído que hay mujeres que desean “un burro” de la cintura hasta sus pies).

No es que les guste la zoofilia pero, así como hay algunos que desean tener dos mujeres en la misma cama, hay mujeres que fantasean -y han logrado- tener a más de dos hombres a sus pies. No sólo en un momento de sus vidas, sino en sus camas y sus mentes.

Tuve una amiga que me contaba cómo algunas de sus compañeras (o amigas) eran. Cierta vez me contó que, hasta ella misma se sorprendía pues, en más de una ocasión, en días de trabajo, las creyó que hablaban con sus esposos y, al terminar la llamada telefónica, éstas le explicaban que era uno de sus amantes o una de esas aventuras furtivas de un día. Hablo de mujeres adultas, de 40-50, que tienen esposos “adinerados” e igualmente  aventureros.

La infidelidad mental o sexual no se limita sólo a la vida mundana, también está en las iglesias. Puede que no se divulgue que pastoras y pastores echan su cana al aire... No que sólo el sacerdote católico eche su polvo fuera del perol, sino que evangélicos y no, también ponemos en entredicho la moralidad y que, por desgracia, no sólo mujeres u hombres tengamos pensamientos incestuosos o la práctica de estas cosas: El objetivo satánico es “ridiculizar” a Dios, a la humanidad, pero ¡DIOS NO PUEDE SER BURLADO! (y nos juzgará por todo eso).

No puedo garantizarte nada, hijo. Deseo que halles, para ti, toda la dicha posible (yo no la he hallado). Pienso que mucho de eso está en ti para que se lo des a una sola mujer, pero no hay modo de evitar que ella meta la pata o ponga la “cagada”... Igualmente, no hay manera de prevenir que tú o yo la pongamos en una acción errónea o pecaminosa, si no caminamos de acuerdo a lo que Dios manda.

Toda mujer desea y anhela ser amada, pero lo que pide no es una sola cosa (y ya sabes lo que cuesta). Toda persona sueña con ser aceptada como es y, en medio de su franqueza, te dirá: “Soy así y de este modo” pero hay cosas que no se dicen (1), que no se saben decir (2) o nunca se dijero (3).

Tal vez (no lo sé) si alguien te ama, te dirá quién y cómo es.

Humanamente, esa entrega es parcial, limitada y -ciertamente- nadie se dará de un todo; porque no somos pendejos, no nos haremos vulnerables a capricho de nadie y, la verdad, hasta con Dios nos entregamos a medias (no le conocemos personalmente) (nos han dañado tanto que tenemos prejuicios).

Hay dos extremos y un punto medio en las relaciones humanas. Hay quienes te dirán mucho de sus familias y no sabrás nada de ellas. Pueden que hablen mal y paja de sus hermanos o amigos, pero muy poco soltarán de sí, de quienes son.  Puede que las veas medio “pajuas”, medio sapas, pero ni sabes la verdad total de lo que te hablan de otras personas ni sabes lo que tratan de sacar de ti  (hablan “verdades” o mentiras, a ver qué cosas sí oyen de lo que tú ingenuamente les digas).

Hay otras personas que, en lugar de querer dañar voluntaria o involuntariamente la imagen de su familia o amig@s, te dirán demasiadas cosas íntimas; cosas que sólo son para confesarse con Dios  o la mejor amistad de tu vida pero, como NO LA TIENEN (y necesitan alguien así) decidieron confiarte tal “privilegio” pero, por contrapartida, a ti no te gustan, no te interesan y deseabas sólo echar un polvo y desaparecer de sus vidas como cualquier gallo... ¿Para qué le distes alas, si no quieres que vuelen contigo?

No estoy seguro pero, lo que fácil viene, fácil se va.

Ya he dicho que la amistad ni el amor se mendigan. Creo que -ni a Dios- le gustaría alguien chupa medias ni hala mecate (para ser más exacto). Pienso que uno puede poner algo de sí para darle “parto”, nacimiento, a lo que puede ser una buena amistad o relación pero, rogar por algo que no sea espontáneo no es bueno.

Te aconsejo no te dejes llevar por las apariencias ni por la sobriedad de la hipócrita modestia. Quizá es mejor oír el ruido de lo que no es silencio a quedarse con aquello que “no moja, pero empapa”. Alguien que hace bulla, es más fácil entender o prevenirse que aquellos (y aquellas) que nada de ruido hacen, me parece.

Tuve una aventura con una mujer que, descaradamente, me ofreció facilitarme las cosas con una de sus amigas. Debe ser que los ojos me brillaron cuando vi a su amiga y, ciertamente, soy transparente a muchas de mis emociones, me gustan las mujeres jóvenes y no las de mi edad ¿Voy a pelear con el ser que soy? No era mi intención hacer nada de lo que me disgusta que me hagan, sólo vi lo que vi, y esa persona estaba sentada a mi lado. No uso lentes negros ni me escondo en fachadas (tampoco fue su celo, sino una reacción de su descaro) ¿En qué terminó la relación?... Igual como todo lo que se va.

Estos días -por cierto- me dijo algo que podría volver a involucrarme con su cama o la mía: ¡Lo que se va se va! (y esto me lo digo a mí mismo)

Las relaciones personales no sólo se basan en afinidades, sino en deseos en común. Hoy puedes tener a alguien en tu vida, en tu lecho, pero si Dios no está en nuestras vidas, esa forma de “amor” se apaga como una vela.

El amor se sustenta en hechos, no sólo en temporales deseos viscerales o gustos que cambian.

Ustedes, carajitos y carajitas, gocen lo que gozan, pero si eso es dicha, se les acaba: No tiene a Dios como referencia ni respeto. Muestran lo “mejor” que tienen (por fuera) y este mundo está lleno de depredadores y depredadoras. ¿Están seguras de que el tal es le mejor? ¿Están dando de ustedes lo mejor que tienen de sí?

Ese rostro bonito, en un par de décadas, no sirve al maquillaje. Esos músculos que hoy exhibes -como pavo real- se caerá como se te va a caer el que te conté cuando llegues al llegadero. ¿Te gustará ver a tu mujer con otro hombre? ¿Te gustará que tu chica se vaya con otro, sea por dinero o por sexo?

Últimamente, veo a más mujeres buscándose a un chamito. El tabú social ha cambiado y, en lugar de que quieran casarse hombres con mujeres, sucede lo contrario. ¿No hay valor para ese compromiso? ¿Todo se hace por dinero? ¿Qué estamos dispuestos a dar para quedarnos con una sola persona? ¡No lo sé! Sólo sé que, lo que fácil viene, fácil se va. Hoy tienes juventud, mañana se te irá y, la vida es un regalo y la llenan de maldad.

A.T.